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Fue el 14 de enero de 2006 cuando durante una expedición del Grupo de Senderismo El Batolito realizada por la zona de Alajar, se descubrió en la cueva de la Peña de Arias Montano un enterramiento con los restos sorprendentemente bien conservados de un espécimen de homínido.



Un minucioso estudio permitió sacar a la luz una serie de conclusiones de vital importancia para poder explicar los orígenes del Grupo de Senderismo El Batolito.

El calzado, tosco, pero fuerte, lo define como una especie adaptada a largas caminatas por senderos abruptos. La vestimenta, adaptada a la lluvia, nos indica su capacidad para desplazarse a pesar de las inclemencias del tiempo, cubriendo sus piernas con una prenda de tejido rudo, que le ofrece protección contra las zarzas, a la par que del frío. El abundante pelo y barba, le confiere un aspecto algo primario, que lo aleja de los patrones urbanos actuales.

Respecto a su dieta, la abundante existencia por las cercanías de cerdos ibéricos, nos hace sospechar que consumiría la carne de estos animales previa cocción al fuego, pasando a preparar el excedente sometiéndolo a un sencillo proceso de secado, que le permitiría comerla al cabo del tiempo, sin necesidad de cocinarlo. Algo primitivo, pero eficaz. El prominente vientre delata que era un posible consumidor de una bebida realizada con cebada sometida a fermentación, de la que recientes estudios demuestran que puede llegar a causar esta singular deformación.

El análisis de estas características, además del estudio antropométrico y genético, nos ha llevado a unas sorprendentes conclusiones. Detectadas múltiples coincidencias, tanto en hábitos como en apariencia física, con algún miembro de nuestro grupo, podemos asegurar que nos hallamos ante un lejano antepasado nuestro, que hace milenios ya deambulaba por los caminos al igual que, por desconocidas razones lo seguimos haciendo nosotros. Dicha procedencia podría explicar lo extraño de nuestros hábitos, ahora entendidos por la carga genética heredada.

En honor a la posible conexión con el Grupo de Senderismo el Batolito, le hemos puesto el nombre de Stonebatolo.

Posteriormente hallamos el 24 Marzo de 2007, en una ruta por la Sierra de Libar, un ejemplar de Stonebatolo en un simple enterramiento al aire libre, tallado en roca, en el enclave llamado las Pilas del Túnio. Pocas conclusiones hemos podido sacar de este hallazgo, aunque con la ayuda de los compañeros Mercedes y Ramón, hemos logrado recrear los ritos de enterramiento y duelo.



La gran sorpresa ha sido la de encontrar otro espécimen, en igual buen estado de conservación, en nuestra última expedición del 17 de octubre de 2009 por los Tajos de El Algarin y las Grajas.

El enterramiento era esta vez en una construcción megalítica, lo cual denota una superior capacidad social y de organización. La vestimenta es similar, lo que indica el mantenimiento de sus hábitos de caminante. El pelo, sometido a un proceso de casi rapado, delata que existe un cierto refinamiento que lo aleja de su inicial aspecto primitivo.



Nos sorprende ver que estaba alcanzando un cierto nivel tecnológico. Llevaba dos instrumentos, posibles talismanes mágicos que le conferían ciertos poderes. Una cajita con la que pretendía captar el espíritu y las imágenes de sus compañeros de tribu, y otra con la que tras consultar unos pergaminos llenos de extraños dibujos, decidía cual podía ser el mejor camino a seguir en el peregrinar de sus compañeros. Los reiterados errores cometidos en su función de chaman-guía, puede explicar su muerte violenta producida por sus congéneres, que lo arrojaron por los Tajos de El Lagarín, cansados de las frecuentes pérdidas, y que enterraron sus restos bajo enormes losas de piedra, con la intención de que no volviera a levantarse.

La aparición de estos espécimenes de Stonebatolo en lugares tan alejado del primero y cercanos a la provincia de Málaga, nos hace pensar en su capacidad de emigrar, al mismo tiempo que nos da indicios de un posible emparentamiento con otro espécimen similar estudiado por los compañeros de Pasos Largos. El Homo Sendéricus, del cual podemos encontrar información en www.pasoslargos.com/homo2.htm

Seguiremos pendientes de posibles futuras apariciones