La existencia de fumadores durante nuestras rutas, es un tema recurrente, que aflora cíclicamente.

No podemos prohibir el fumar durante una ruta. Bueno... en realidad, si.

Recuerdo en una ocasión, que durante una caminata un día de fuerte viento, rodeados de un secarral, pude ver a un compañero con el cigarro encendido en los labios, del que se desprendían pequeñas chispas que eran arrastradas por el viento. En esa ocasión no era planteable la discusión. Le pedí que apagara inmediatamente el cigarro, pués el riesgo de incendio era fuerte, y el club podía ser responsable civil, incluso penal, en caso de que se hubiera prendido fuego.

Lo que nos trae al caso, no es tan drástico. Paisaje verde, no hay viento, y en la zona no hay ninguna alarma de riesgo de incendio. Parada en la marcha, o durante la comida, momento utilizado por alguno para encender un cigarro.

No podemos prohibirlo. Es un espacio abierto, y legalmente no existe nada que lo impida. En este caso solo rogamos a esos compañeros que tengan el detalle de alejarse un poco. Somos muchos los que no fumamos, y aprovechamos nuestras rutas para respirar aire puro, por lo que nos provoca una reacción negativa sentir que estamos respirando humo de tabaco.

En el grupo se suele ser muy respetuosos con esta precaución, y los hábitos de respetarla están arraigados. Lo que sucede es que a veces se incorporan compañeros nuevos que desconocen esta norma no escrita, y no tienen la precaución de alejarse mientras fuman.

Con mucho cariño les pedimos que traten de tener ese detalle hacia los compañeros.

Muchas gracias de parte de todos.

Manolo R. Espejo.