2009-02-14 SIERRA DE LOS PINOS

 

SIERRA DE LOS PINOS

14-02-2009

     La subida a la Sierra de los Pinos el pasado sábado estuvo agraciada por un soleado dia de invierno que nos permitió disfrutar del paisaje espectacular y en ocasiones dramático que ofrecen las formaciones de rocas calcáreas.  

       La senda discurre entre lapiaces y dolinas y casi desde el principio, Aulagas y Herguenes nos alegraron con sus flores amarillas que contrastaban con el azul de la multitud de Lirios que aparecían por doquier. De lejos, los Llanos de Libar, la Sierra Blanquilla y aún más la de las Nieves. Más cerca, el gran lapiaz del Peñón de Libar y la dolina del Escobonal.

       Encontramos el enclave del antiguo Pinsapar a unos 1300m de altidud, en umbría de orientación NNE, con fuerte pendiente y respaldo rocoso formado por pliegues de buzamiento casi vertical. 

      Lo que fué un Pinsapar, seguramente circunscrito solo a esa umbría, hoy está colonizado por bellas encinas de troncos rectos y ramificación extendida y densa que confieren un ambiente de bosque encantado. En el suelo, rocas cubiertas de musgo nos confirman la humedad reinante imprescindible para la vida del Pinsapo. Estamos en la llamada Breña Oscura.

     Encontramos un viejo tocón que, resistente al paso del tiempo, tenía el duramen ahuecado, pero conservaba parte de la albura y corteza, donde se apreciaba la formación en capas de los crecimientos anuales.    Pimpollos de Pinsapos, plantados, suponemos por la AMA y protegidos debidamente, se desarrollan con gran vigor bajo la sombra protectora de las Encinas.

    Y la confirmación de que nos hallábamos en pleno ambiente de Pinsapar nos lo dió la presencia de Heléboros, Adelfillas y Pendejos, triada del cortejo florístico de estos bosques que hemos visto en Grazalema, en la S. de las Nieves y esperamos ver en S.Bermeja. 

    Dejamos el viejo Pinsapar con la nostálgia de lo que fué y ya no es y la esperanza de lo que puede volver a ser.

 Un saludo de Joaquin Santana